domingo, 26 de septiembre de 2010

Historia Economica: Imperio Asirio

En la región del alto Tigris, al norte de la Mesopotamia, dominados por los pueblos del sur, vivían los asirios, un pueblo semita y guerrero, que logró independizarse hacia el año 1600 a. C. estableciendo su capital en Assur, luego de llegar a un acuerdo con los Kasitas, sobre las fronteras del nuevo estado (siglo XII a. C.).

Cuenta la leyenda que Assur, fue fundada por Uspia, un extranjero, que la estableció en un lugar fértil, donde se erigió un gran templo, dedicada a Assur, su divinidad solar. También se construyó el templo doble de Anu (dios sumerio) adoptado por los babilonios como dios de a medicina y Adad, (dios del trueno, de origen hitita o ario) con celdas separadas para ambos dioses, pero con un patio en común.
Los asirios y los kasitas, de Babilonia, se emparentaron, tras el matrimonio de una princesa asiria con el gobernante kasita de Babilonia, cuyo hijo fue asesinado. Los asirios aprovecharon la ocasión para reprimir el desorden interno en Babilonia y tomar el poder, que duró hasta la muerte del soberano conquistador.
Pronto iniciaron un proceso de expansión que transformó sus dominios en un gran imperio (a partir del siglo VIII a. C.), bajo el reinado de los sargónidas, conquistando Siria, Fenicia, Palestina, Egipto, Babilonia y el sur de la Mesopotamia, trasladando su capital a Nínive, durante el reinado de Tiglatpileser.
Conocemos retazos de su historia, merced al hallazgo, en la ciudad de Nínive, a mediados del siglo XIX, de aproximadamente 30.000 tablillas de arcilla, escritas en caracteres cuneiformes, durante el reinado de Assurbanipal (669-626 a. C.).
Utilizando el terror como arma de guerra, sembraban la desolación y el pánico en los pueblos conquistados, parte de cuyos integrantes eran deportados a otras zonas del imperio, para impedir rebeliones, trayendo como corolario la fusión o la desintegración de culturas.
Utilizaron el caballo como arma de combate, espadas de hierro, carros de guerra, lanzas, armaduras de metal, siendo la caballería la fuerza de choque, que apoyaban la obra sanguinaria de un ejército rudo y poderoso, a cargo de jefes militares, que ejercían su autoridad, respetando la supremacía del rey, que además ejercía el poder político y judicial y religioso.
El rey tenía poder absoluto, y su autoridad reconocía origen divino. La administración civil, estaba a cargo del Sukkallu o visir con funciones judiciales y administrativas.
Desde el palacio se organizaba la vida de la corte, a través de numerosos funcionarios, presididos por el superintendente (Rab Ekalim)
El Imperio, estaba dividido en provincias, a cargo de gobernadores, designados por el rey, que eran los recaudadores de impuestos y reclutaban soldados, ya que el ejército se formaba principalmente por levas, debiendo cada ciudad proporcionar determinado número de hombres.
Una de esas provincias, era Babilonia, ubicada al sur, donde periódicamente existían rebeliones, que eran cruelmente sofocadas. Sargón II, sucesor de Tiglatpileser, trató de dar mayor autonomía a Babilonia, pero sólo con represión pudo dominar a este pueblo.
En el año 689 a.C., asumió Senaquerib, siendo durante su reinado cuando se produjo la destrucción de Babilonia y su posterior inundación, desviando el curso de las aguas del río Éufrates.
Senaquerib fue asesinado en el año 681 a. C. siendo sucedido por su hijo menor Esarjadón, responsable de la conquista de Egipto.
El fin del dominio asirio se produjo luego del reinado de Assurbanipal, cuando los caldeos, un pueblo semita, ubicado en Babilonia, aliados con los medos, indoeuropeos que residían en la meseta de Irán, atacaron y destruyeron, en el año 612 a. C. la ciudad de Nínive.